Los dispositivos de comunicación son, en realidad, periféricos. Pero periféricos muy especiales. Que sirven para conectar ordenadores entre sí. Y para que estos puedan intercambiar información. ¡Sirven para que los ordenadores hablen!
Son los dispositivos que han cambiado la forma en que entendemos el mundo. Han creado las redes. Por las cuáles hablan los ordenadores entre sí. Internet es una de esas redes. La más grande, pero no la única.
Y todo ello gracias a módems y enrutadores (routers).
Los módems convierten la señal digital (los ceros y unos, que es lo único que entiende el ordenador) en otro tipo de señal que puede viajar por los cables (telefónicos, de fibra óptica, etc.). Y viceversa. El módem es un traductor.
Y el router empaqueta datos para que viajen juntos, separados de otros datos, hacia un destino concreto (normalmente hacia otro ordenador). Son necesarios para que un ordenador pueda mantener conversaciones con otros muchos a la vez y si liarse, sabiendo a dónde quiere mandar qué datos.
En la mayoría de los casos van juntos, reunidos en el mismo periférico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario